Qué es el cáncer

¿Qué es el cáncer?

Nuestro cuerpo está hecho de pequeñas células, que al juntarse crean todos los tejidos, órganos y sistemas que nos permiten vivir.
El cáncer es una enfermedad donde estas pequeñas células crecen sin control dañando y poniendo en riesgo la salud de nuestro cuerpo.
Todas las células normales se dividen de manera ordenada y bajo mecanismos de control. Lo que quiere decir que estas mueren de forma programada cuando se han desgastado o se dañan, y nuevas células toman su lugar.
A diferencias de las células normales, las células malignas, que originan el cáncer, siguen creciendo y formando nuevas células sin control alguno. Causando problemas en el mismo tejido inicialmente y luego pudiendo comprometer otros tejidos a distancia.

Este tipo de células pueden ignorar las señales que nuestro cuerpo entrega para que dejen de dividirse-multiplicarse o para que comiencen un proceso de muerte programda, conocido como “apoptosis”.
También tienen la capacidad de influir en todo lo que las rodea, creando un ambiente que les permite recibir todo lo que necesitan para crecer e invadir otros tejidos del cuerpo diferentes al órgano donde se originó el cáncer.
Las causas que permiten que las células malignas se desarrollen, están relacionadas a nuestros genes, los cuales no solo determinan aspectos básicos de nuestro cuerpo como: nuestra estatura, el color de nuestros ojos o el color de nuestro cabello; si no que también determinan muchas de las funciones que nuestras células deben cumplir.

De esta forma existen 3 principales tipos de genes que pueden contribuir a que se desarrolle el cáncer:
– Proto- Oncogen
– Gen Supresor de tumor
– Genes reparadores de ADN

Comenzaremos describiendo a los Proto-oncogenes que son aquellos genes que estimulan el crecimiento y división de nuestras células, una falla o mutación en estos genes pueden ocasionar un exceso de función y estímulo, ocasionando que las células crezcan y se dividan sin control, causando así el cáncer..

Por otro lado los Genes Supresores de tumor, están encargados de indicar cuando las células deben dejar de dividirse y comenzar el proceso de “apoptosis”  también conocida como muerte programada. Una falla en estos genes podría ocasionar que las células pierdan la capacidad de muerte programada y se multipliquen ocasionando el cáncer.

Por último hablaremos sobre los genes reparadores de ADN, los cuales están encargados de identificar y corregir las fallas en otros genes, si esos genes fallan, los genes dañados podrían ocasionar el desarrollo de la enfermedad.

Todos nuestros órganos están compuestos de tejidos y estos tejidos están hechos de millones de células.
Los cambios en las células que componen los tejidos pueden desarrollar cáncer, aunque esto no pasa en todos los casos.
Por eso es importante entender cuáles son los principales cambios originados en los tejidos.

Para entenderlo mejor hablaremos de 3 tipos de cambios: la hiperplasia, la displasia y la neoplasia maligna.

  • Se llama hiperplasia cuando las células que componen el tejido aumentan de número rápidamente y de forma ordenada, viéndose normales cuando se las revisa en un microscopio. 
  • Se llama displasia cuando las células aumentan rápidamente de forma desordenada y con variaciones en el tamaño y forma. La displasia no es cáncer, pero puede ser un paso antes de serlo. Las displasias pueden ser leves, moderadas y severas, según la anormalidad que presente las células y la cantidad de displasia presente en tejido u órgano.
  • Por último, se llama neoplasia maligna cuando las células se multiplican rápidamente de forma desordenada, descontrolada y tienen la capacidad de invadir otras zonas del tejido donde se encuentran u otros órganos. De esa forma la neoplasia maligna es sinónimo de tumor maligno o cáncer.

¿Qué son los tumores?

Los tumores son masas de tejido anormal. Sin embargo, no todas las masas o tumores son malignos.

Las masas que no forman cáncer se denominan tumores benignos conocidas también como neoplasia benigna, y las que forman cáncer se denominan tumores malignos conocidos también como neoplasia maligna.
Los cánceres de la sangre, como las leucemias, en general no forman tumores sólidos pero sí son células anormalmente numerosas que se distribuyen en el torrente sanguíneo.

Acompáñanos en la siguiente lección donde se hablará sobre el cáncer metastásico.

El cáncer metastásico es un cáncer que se ha propagado desde la parte del cuerpo donde comenzó a otras partes del cuerpo más distantes. 

Cuando las células cancerosas se desprenden de un partes del tumor, éstas pueden viajar a otras cuerpo a través del torrente sanguíneo o el sistema linfático. Esta propagación del cáncer a una nueva parte del cuerpo se llama metástasis.

Las células cancerosas tienen que seguir varios pasos para propagarse a nuevas partes del cuerpo:

  • Primero: el tumor original debe ingresar en el torrente sanguíneo o sistema linfático, el cual puede transportarlas hacia otras partes del cuerpo.
  • Segundo: es preciso que se adhieran a la pared de un vaso sanguíneo o linfático, mediante el cual se trasladan a un nuevo órgano.
  • Tercero: necesitan poder crecer y desarrollarse en su nueva ubicación.
  • Cuarto: necesitan poder evitar los ataques del sistema inmunitario del cuerpo.

Aunque el cáncer se ha propagado a un área nueva, recibe el nombre de la parte del cuerpo en donde se originó es decir el nombre de su tumor primario.

Algunas veces los tumores metastásicos ya han comenzado a crecer al momento de diagnosticar el cáncer. Además, en algunos casos se puede detectar una metástasis antes de descubrir el tumor original (primario).
Si al momento de encontrarlo, el cáncer ya se ha propagado a muchos lugares, puede dificultar encontrar el lugar de origen del cáncer.
Si luego de un estudio completo y acabado, no se encuentra el lugar primario de origen, se denomina como “cáncer de origen primario desconocido” a la enfermedad del paciente.

Categorías de tumor

Los carcinomas son los tipos más comunes de cáncer.
Se forman en las células epiteliales, las cuales son las células que cubren las superficies internas y externas del cuerpo. Hay muchos tipos de células epiteliales y los carcinomas que empiezan en diferentes tipos de células epiteliales tienen nombres específicos. 

Por ejemplo:
– El adenocarcinoma es un cáncer que se forma en las células epiteliales que producen fluidos o mucosidad.
– El carcinoma de células basales es un cáncer que empieza en la parte inferior de la epidermis(piel), llamada capa de células basales. la capa más baja en la base de la piel también llamada epidermis.
– El carcinoma de células escamosas también llamado carcinoma epidermoide, que es un cáncer que se forma en las células escamosas, las cuales son un tipo de células epiteliales que revisten muchos órganos como la cavidad oral o el esófago.
– El carcinoma de células transicionales, se forman en un tipo de tejido epitelial llamado epitelio de transición o urotelio, es el conjunto de células epiteliales que cubren la superficie interna de las vías urinarias desde los cálices renales a la uretra.

Los sarcomas son cánceres que se forman en el hueso y en los tejidos blandos, incluso en músculos, en tejidos adiposos conocidos también como tejido graso, en vasos sanguíneos, en vasos linfáticos y en tejido fibroso (como tendones y ligamentos).
El osteosarcoma es el cáncer de hueso más común. Algunos tipos comunes de sarcoma de tejido blando son el leiomiosarcoma, el sarcoma de Kaposi.

Algunos cánceres que empiezan en las células que forman parte de la sangre, que a su vez se originan en la médula ósea se llaman leucemias.
Estos cánceres no forman tumores sólidos. En vez de eso, forman un gran número de glóbulos blancos anormales los cuales se acumulan en la sangre y en la médula ósea, desplazando a los glóbulos normales de la sangre.
La concentración baja de células normales de la sangre puede hacer que el cuerpo lleve con dificultad oxígeno a los tejidos, que no controle las hemorragias o que no combata las infecciones.

 El linfoma es un cáncer que empieza en los linfocitos (células T o células B). Estos son glóbulos blancos que combaten las enfermedades y que forman parte del sistema inmunitario.
En el linfoma, los linfocitos anormales se acumulan en los ganglios linfáticos y en los vasos linfáticos, así como en otros órganos del cuerpo. Hay dos tipos principales de linfomas: Linfoma de Hodgkin y Linfoma no Hodgkin

El mieloma múltiple es un cáncer que empieza en las células plasmáticas, otro tipo de células inmunitarias.
Las células plasmáticas anormales, llamadas células de mieloma, se acumulan en la médula ósea y forman “socavados” en los huesos de todo el cuerpo.
El mieloma múltiple se llama también mieloma de células plasmáticas y enfermedad de Kahler.

El melanoma es un cáncer que empieza en un tipo de célula llamado melanocito, los cuales son células especializadas en producir melanina, responsables del pigmento que da el color a la piel.
La mayoría de los melanomas se forman en la piel, pero pueden formarse también en otros tejidos pigmentados, como en mucosas.

Hay diferentes tipos de tumores de cerebro y de la médula espinal.
Estos tumores se llaman según el tipo de célula en donde se formaron y en donde primero se formó el tumor en el sistema nervioso central.
Por ejemplo, un tumor astrocitoma empieza en las células del cerebro que tienen forma de estrella y que se llaman astrocitos.

-Tumores de células germinales. – Los tumores de células germinales son un tipo de tumores que empiezan en las células que forman los espermatozoides o los óvulos.

– Tumores neuroendocrinos. – Los tumores neuroendocrinos se forman de células que secretan hormonas en la sangre como respuesta a una señal del sistema nervioso. Estos tumores, ocasionan que se pueda segregar hormonas en cantidades anormales.

– Tumores carcinoides. – Los tumores carcinoides son un tipo de tumores neuroendocrinos. Son tumores de crecimiento lento que se encuentran generalmente en el aparato gastrointestinal (con más frecuencia en el recto y en el intestino delgado).

Genética y cáncer

La genética es el campo de la ciencia que estudia la manera en que los rasgos (como el color de los ojos) pasan de padres a hijos a través de los genes.
Los genes son segmentos de ADN que se encuentran en el interior de las células y que codifican proteínas que cumplen funciones específicas en la fisiología humana.
Los genes afectan los rasgos que se heredan de padres a hijos, como el color del pelo, el color de los ojos y la estatura. También pueden determinar si es posible que una persona padece ciertas enfermedades como el cáncer.

Son los cambios en los genes a los cuales se llaman mutaciones y desempeñan un papel importante en el desarrollo del cáncer.
Las mutaciones pueden causar que una célula forme o no, proteínas que afectan el crecimiento de la célula y su división en células nuevas.
La mayoría de los cánceres comienzan debido a mutaciones genéticas adquiridas que pueden ocurrir durante la vida de una persona. Algunas veces estos cambios genéticos tienen una causa externa, como la exposición a la luz solar o el uso de tabaco.
Pero las mutaciones genéticas también pueden ser eventos al azar que algunas veces suceden en el interior de una célula, sin causa aparente.

Las pruebas genéticas son el uso de pruebas médicas para determinar la presencia de ciertas mutaciones en los genes de una persona. En la actualidad se usan muchos tipos de pruebas genéticas, y se están desarrollando más.

Las pruebas genéticas predictivas son pruebas de laboratorio (médicas) que se usan para estudiar las mutaciones genéticas heredadas que pudieran aumentar el riesgo de que una persona desarrolle ciertos tipos de cáncer. 

Se puede recomendar este tipo de pruebas en los siguientes casos:
– Una persona con antecedentes familiares sólidos de ciertos tipos de cáncer, a fin de determinar si porta una mutación genética que aumenta su riesgo de padecer cáncer.
– Una persona que ya ha recibido un diagnóstico de cáncer, especialmente si hay otros factores que sugieren que el cáncer pudo haber sido causado por una mutación heredada. 

Las pruebas también pueden mostrar si la persona presenta un mayor riesgo de otros cánceres.
Como en el caso de familiares de una persona que tiene una mutación genética heredada que aumenta el riesgo de cáncer, las pruebas genéticas pueden ayudarnos a saber si necesitan otras pruebas para detectar el cáncer en sus etapas tempranas, o si se deberían tomar medidas para tratar de reducir su riesgo.

La mayoría de las personas (hasta las que tienen cáncer) no necesitan este tipo de pruebas genéticas hasta que se ha diagnosticado que tienen cáncer.
Usualmente se hacen cuando los antecedentes familiares sugieren la presencia de un cáncer que se puede heredar.

Algunas veces, después de que una persona ha sido diagnosticada con cáncer, el médico hará pruebas en una muestra de células cancerosas para estudiar ciertos cambios genéticos.
Estas pruebas pueden dar información sobre el pronóstico del paciente y ayudar a saber si ciertos tipos de tratamiento pueden ser útiles.
Estos tipos de pruebas buscan cambios genéticos adquiridos sólo en las células cancerosas que se obtienen del paciente.

 A veces, ciertos tipos de cánceres parecen repetirse en algunas familias.
Esto puede deberse a que los miembros de una familia están expuestos a los mismos factores o tienen hábitos similares que aumentan el riesgo de padecer cáncer, tales como el hábito de fumar.
Otros factores de riesgo como la obesidad suelen ser comunes en varios miembros de una misma familia y también pueden alterar el riesgo de padecer cáncer.

En otros casos, los cánceres que se presentan con mayor frecuencia en algunas familias, pueden ser causados por un gen anormal que se transmite de generación en generación.
Si bien se suele referir a esto como cáncer hereditario, lo que se hereda no es el cáncer en sí, sino el gen anormal que puede dar lugar al cáncer.
Se cree que solo alrededor del 5 al 10 por ciento de todos los casos de cáncer se originan directamente a partir de defectos genéticos (llamados mutaciones) heredados de uno de los padres.

Existen diferentes tipos de mutaciones genéticas, a continuación, hablaremos sobre la mutación genética hereditaria y la mutación genética adquirida: 

– La mutación Genética Hereditaria también conocida como germinal. Está presente en el óvulo o en el espermatozoide que fecunda a un niño en la etapa de embarazo. 

Cuando el espermatozoide fertiliza al óvulo crea una célula que luego se divide muchas veces hasta convertirse en un bebé. Debido a que todas las células provienen de esta primera célula, esta clase de mutación se encuentra en cada célula y por lo tanto se puede transmitir a la siguiente generación.

– Mutación Genética Adquirida también conocida como somática. Este tipo de mutación no proviene de uno de los padres, sino que se adquiere posteriormente.
Se origina en una célula, y luego pasa a todas las células nuevas creadas a partir de esa célula.

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